Enfréntate a ti mismo.



Enfréntate a ti mismo.

Mírate tal y como eres, conócete en tus miedos, deficiencias y capacidades.

Acéptate y párate firmemente en la tierra con lo que tienes frente a la realidad, sin titubeos.

Solo así pones a prueba lo que eres,

rompes con la inercia de seguir a los demás.

Dejas toda creencia no adquirida por tu propia experiencia y que no entiendes.

Así transparente ante ti mismo y los demás, ¿que puede detenerte?, eres verdadero, te has convertido en serpiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario